Cambios en la Administración Eclesiástica.
En el contexto del ataque a las corporaciones locales que habían mostrado autonomía frente al poder de la metrópoli, la nueva administración llevo la aplicación del proyecto de reformas hasta la mas poderosa de las corporaciones: La Iglesia.
Desde los primeros años del siglo 18, los Borbones habían expresado su deseo de reducir la fuerza del clero regular prohibiendo la fundación de nuevos monasterios y conventos en América.
Sin duda el golpe mas fuerte contra el poder de la Iglesia fue la Real cedula sobre enajenación de bienes raíces y cobro de capitales de capellanías y obras pías para la consolidación de vales reales, expedida el 26 de diciembre de 1804. En este decreto, se extendía a todas las posesiones americanas la política desamortizadora que los Borbones habían comenzado a aplicar en España desde 1798, la cual tenia el propósito de atacar la base económica en la que se apoyaba el poder de la Iglesia; implicaba además poner en circulación los llamados bienes de manos muertas, con el propósito de canalizar hacia la metrópoli la producción agropecuaria que hasta entonces había monopolizado la Iglesia.
Nuevo Proyecto de Explotación Colonial
La implementación del nuevo modelo de explotación exigía que las colonias americanas aportaran a la metrópoli la mayor parte de sus recursos, particularmente aquellos que tenían mas demanda en el mercado mundial; además, debían estar obligadas a adquirir las manufacturas enviadas por la metrópoli y mantenerse leales y obedientes a los mandatos del poder central.
La reforma aplicada al sistema de comercio constituyo una transformación radical que afecto los intereses del poderoso monopolio de los comerciantes y sus contrapartes en América.
En el transcurso de 30 años, una serie de leyes acabo con el régimen comercial que por mas de dos siglos había dominado la relación entre la metrópoli y sus colonias. Con esas radicales disposiciones, que rompían el monopolio del puerto único de entrada y salida de mercancías en uno y otro continente (Cádiz y Veracruz) y suprimía el sistema de flotas, la Corona eliminaba los mecanismos mediante los cuales, los comerciantes de Cádiz y la Nueva España habían ejercido el control de las exportaciones e importaciones.
La minería también fue objeto de reformas que resultaron muy eficaces y dieron un impulso sorprendente a la producción minera.
Las primeras medidas consistieron en reducir el precio del mercurio y eximir de impuestos la introducción de maquinaria y materias primas. Así crearon tres instituciones:
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